28 de julio de 1937

28 de julio de 1937

En Vista de la continuidad de los ataques de aviación, que parece claro, van dirigidos al Cuartel, el Mando, ha autorizado a dormir fuera de él, pero sin salir del pueblo. Cuando nuestro grupo nos hemos decidido a buscar alguna casa que nos alquilara alguna habitación, ya no hemos podido encontrar ninguna. Claro está, que el sector que nos interesa – el alejado de la playa -, es pequeño.

En vista de eso, hemos decidido dormir en un túnel que hay en un monte, que es donde duermen casi todos los que viven cerca del mar. Así lo hacemos y, apenas llegados, se oye cañoneo mar adentro. Dura una media hora. Después de un paréntesis de una hora, otro período de 30 minutos de disparos. Hacemos conjeturas sobre donde será el bombardeo.

Entre unas cosas y otras son ya las dos de la madrugada.

27 de Julio de 1937

27 de Julio de 1937

A las siete y cuando estábamos formados, para el reparto del desayuno, han venido los hidros Savoyas. Se han “paseado” y han tirado algunas bombas. Luego han marchado rumbo a otros pueblos más al norte de la costa. Afortunadamente, no han dado en el cuartel, ni en ninguna casa.

Que se sepa, en Mataró, no hay industrias de guerra, es pues de suponer que vienen por el cuartel. De manera que no tienen buena puntería –afortunadamente-, ya que vuelan a poca altura. Cuando han regresado los compañeros de permiso, ya estaba todo tranquilo.

El programa acostumbrado: instrucción y baños.

Se rumorea que el ejército “nacional” del Norte, ha iniciado una ofensiva sobre Santander.

26 de Julio de 1937

26 de Julio de 1937

Hemos ido a saludar a los compañeros del despacho.

Por la noche, marcho a Mataró en el tren de las seis de la tarde.

En la batería, sólo éramos cinco o seis. Después de cenar, un poco de charla. Y de dos a cuatro, imaginaria.

25 de julio de 1937


25 de Julio de 1937

Hoy, es el día de mi santo. Bien triste, por cierto.

He ido a ver los efectos del bombardeo de ayer, en mi distrito. Es algo indignante. No puedo describir lo que siento, ante tal barbaridad. Mi barrio, es de gran densidad de población, no hay absolutamente ningún objetivo militar –loo conozco bien-; sólo hay viviendas de trabajadores.

Esta noche, han vuelto a sonar las sirenas, pero no hay bombardeo.

24 de Julio de 1937

24 de Julio de 1937

Esta semana, me dan también permiso, pero sólo hasta el lunes por la tarde, ya que por la noche, tengo nuevamente “imaginaria”. Los demás no regresarán hasta el martes.

Pensamos visitar de nuevo, a los compañeros del despacho.
Ya estamos en Barcelona. Por la tarde, teatro y de noche, cine.

Ya estaba acostado, cuando sobre las dos, ha sonado la alarma, que ha coincidido con las primeras explosiones. Nos hemos levantado, pero no hemos salido de casa, para ir al refugio. Las explosiones y el ruido de los motores, se han ido espaciando.

Aprovechando este paréntesis, he llevado a mi abuela y mi hermana al campo, que está a unos 300 metros de casa. Desde allí se domina Barcelona y podemos distinguir dos o tres incendios en distintos lugares de la ciudad

Cuando llevamos un rato allí, los aviones han sobrevolado nuestro barrio dejando caer las bombas que les quedaban, antes de internarse en el mar. Después del estruendo espantoso de las explosiones, ha quedado un silencio sepulcral.

Cuando ha sonado el fin de la alarma, empezaba a clarear. Regresamos a casa. De camino, nos cruzamos con un hombre que viene de nuestro barrio. Nos dice que, en una esquina, han muerto, por lo menos quince personas. ¡Buena verbena de San Jaime!.

23 de Julio de 1937

23 de Julio de 1937

A la hora de la instrucción, nos han ordenado que, en caso de alarma, bajáramos a las cuadras – del patio del cuartel, pues, según los técnicos, es el lugar más seguro (dentro de lo que disponemos).

22 de Julio de 1937

22 de Julio de 1937

Hoy será mi primer servicio de imaginaria, que consiste en permanecer dos horas levantado, vigilando al compañía durante la noche.

Ya empezamos a conocernos todos los que formamos la unidad. Hay dos, que son algo serio: dos tipos que hicieron el servicio militar en Melilla. Uno es robusto, con anchas espaldas y cuello de toro. Lo que se dice, un tiparrón. Pero timorato a más no poder, a quien cualquiera que le amenace, le asusta. Debido a su “pinta” le hemos bautizado, “El Maleante”. El otro, es alto y delgado. Tiene una voz de “cazalla” y, sin embargo, tiene una gran afición al “cante”. Le llamamos “el Canario”. Los dos son inseparables, pero siempre están peleando.

Esta noche, a las dos, precisamente ha empezado mi imaginaria, ha vuelto a sonar la alarma. La mayoría, han abandonado el cuartel. A los diez minutos, han vuelto a sonar las sirenas. Ha sido pues, una falsa alarma, y han regresado al poco.

21 de julio de 1937

21 de julio de 1937

A la misma hora del otro día, se ha presentado un Savoya italiano. Afortunadamente el vigía ha avisado a tiempo y hemos podido salir del cuartel. No he ido al lugar que tenemos destinado, pues es el lugar por donde suelen “entrar”, ya que está tocando a la playa. Cuando tenía el aparato casi encima, me he refugiado dentro de una casa de planta baja. En cuanto he abierto de la calle y he penetrado en el comedor, se ha oído un gran estruendo y han empezado a caer cascotes en el patio trasero de la casa, contiguo al comedor. Después de bombardear durante diez minutos, se ha marchado hacia el mar, en dirección Mallorca. Lo fuerte del bombardeo, ha sido en la calle paralela a la de Balmes. Como casi todas las calles antiguas de los pueblos de marina, las de Mataró-playa son estrechas y sus manzanas tienen unos 30 metros de anchura. (el espacio que ocupan dos casitas unidas por un patio en medio.) Muy parecidas a las de la Barceloneta de Barcelona.

Varios soldados de nuestra compañía, han tenido que ser asistidos de lesiones, aunque, afortunadamente, de poca importancia.

Las bombas, han destruido un gran almacén de material eléctrico y ocho casitas. Un pobre paralítico, a quien no ha habido tiempo de evacuar, ha muerto aplastado entre las ruinas de una de ellas.

En vista de que el plan de defensa pasiva ordenado por el Mando del cuartel, no es eficaz, habrá que buscar otro, urgentemente ya que, sin defensa antiaérea – que los aviadores enemigos habrán ya observado-, es de suponer que volverán con frecuencia

20 de Julio de 1937

20 de Julio de 1937

Nos hemos reincorporado al cuartel. Esta mañana, en lugar de instrucción hemos un ensayo de defensa pasiva, para caso de bombardeo. A cada batería, se nos han asignado una de las calles adyacentes al cuartel. Al grupo, nos corresponde la calle Balmes. Por lo visto han dejado correr lo del refugio.

A la hora de la siesta, ha sonado el pito de vigía de la torre, pero cuando nos disponíamos a abandonar el cuartel, observamos que el avión es republicano. Falsa alarma.

Quintanilla, Botella y Pascual, se irán algunos días a Barcelona, después de la instrucción, pues dan permiso para ello.

Vila, saturnino y yo decidimos que, teniendo permiso de tres días en el fin de semana, no vale la pena gastarse el dinero en trenes. Por otra parte, el siguiente día hay que levantarse a las cinco y media, para estar aquí a las siete a pasar lista.

19 de Julio de 1937

19 de Julio de 1937

Esta mañana, todos los “Andreu” del grupo, hemos ido a ver a los compañeros de trabajo. Se han alegrado.

Por la tarde, al teatro: Quintanilla, Vila, Saturnino y yo. Como Botella tiene novia, aprovecha para estar con ella. Pascual vive en Sant Feliu del Llobregat (que, desde la guerra, se llama Rosas del Llobregat) y no le es fácil desplazarse.

18 de Julio de 1937

18 de Julio de 1937

Hoy, se cumple un año del Alzamiento, causante de esta Guerra Civil. En este periodo,  ¡cuanta destrucción y cuanta muerte!

Esta mañana, no me he movido de casa. ¡Se está tan bien en ella! Por la tarde, un rato de paseo y por la noche, al cine. ¡Un verdadero plan de reposo!

17 de Julio de 1937

17 de Julio de 1937

Como es sábado, a las dos de la tarde, nos han dado permiso.

En casa, ya me esperaban. No les he contado, que ya no lo pasamos tan tranquilos, ¡Para qué preocuparlos!

Por la tarde, voy a bailar un rato, junto con Quintanilla y Saturnino. Y por la noche, al cine.

16 de Julio de 1937

16 de Julio de 1937


Esta mañana han establecido un horario de actividades “en serio”. El programa es: a las 7, gimnasia, a las 9 instrucción y a las 11 baño. Es decir que solo tendremos una hora para bañarnos, pues almorzamos a las doce. Pero hemos decidido volver por la tarde.

Así lo hemos hecho, pero al poco de llegar, nos ha parecido oír como un trueno lejano. Como el cielo está totalmente despejado, hemos mirado al mar y, al no ver nada, hemos seguido jugando. Al poco rato, se ha repetido el estruendo y al mirar nuevamente hacia el mar, hemos notado una columna de humo que ha ido aumentando por momentos por momentos hasta verse claramente que se trataba del acorazado “nacional” Canarias, que disparaba contra un barco petrolero pequeño que, a toda marcha, procuraba acercarse a tierra. Vemos como los proyectiles caen al agua pero rodeando al petrolero. Al fin, este se ha detenido y el Canarias, se le ha ido acercando hasta llegar junto a él. Al poco, ambos han puesto rumbo mar a dentro.

Parece que esto, ha sido observado desde Barcelona pues, al poco, se han presentado dos aviones republicanos, uno de los cuales ha intentado bombardear el acorazado, pero los  antiaéreos de éste, han abierto nutrido fuego, haciendo imposible el intento del avión, que sólo, poco podía hacer. Apenas transcurridos unos minutos, el petrolero y el Canarias, han desaparecido en la lejanía. En el frente, no estamos, pero emociones no nos faltan.

15 de Julio de 1937

15 de Julio de 1937

Esta primera guardia, se ha terminado.

En vista de lo indefenso y fácil de atacar que está el cuartel, creo que van a construir un refugio. No se sabe aun donde lo harán, pues dada la cercanía del mar (unos 40 metros) encontrarán agua y arena enseguida.

Día sin incidentes.

Después de cenar, vamos al cine y, a media sesión, se va la corriente y nos quedamos a oscuras. Salimos y se oyen sirenas de alarma en toda la costa.

Estamos paseando un rato y en vista de que no pasa la alarma, decidimos ir a acostarnos. Apenas emprendemos el camino del cuartel. Encontramos a muchos compañeros de la batería, que con sus mantas, se van a dormir al campo.

Llegamos al cuartel y nos acostamos. Apenas lo hacemos vuelve la luz y las sirenas indican el fin de la alarma.

14 de Julio de 1937

14 de Julio de 1937

Hoy, tengo guardia, de modo que no podré salir del cuartel. Mientras estábamos tumbados en la batería esperando la hora de almorzar, se han presentado dos hidroaviones italianos Savoya, que han bombardeado los alrededores del cuartel. Tiraban las bombas de cinco en cinco.

Lo inesperado del ataque, nos ha desorientado a todos. Unos han salido corriendo hacia la playa, creyendo que ahí estarían más seguros. Uno de los aviones los ha visto, ha descendido a unos cien metros del suelo y ha empezado a ametrallarles.

Mientras, el otro hidro, continuaba lanzando las bombas, que claramente veíamos caer. Y nosotros, sin absolutamente ninguna defensa. Ni fusiles tenemos para, aunque a fuerza de descargas, obligarles a remontarse.

Luego, se han dirigido hacia el vecino pueblo y, al encontrar un tren que venía en dirección contraria, lo han ametrallado también.

Todo esto, en cosa de media hora; luego han marchado mar adentro, seguramente hacia su base en Mallorca.

Los que estábamos en el cuartel, hemos salido para ver los efectos del bombardeo. Las bombas más alejadas, han caído a unos cincuenta metros del cuartel, las otras, mucho más cerca y rodeándolo. Algunas, no han explotado. Después de desmontarles la espoleta (uno que sirvió en artillería), las hemos trasladado al cuartel. Son bombas de 75 kg de trilita.

Luego me he enterado que Quintanilla (que no estaba de guardia) ha sido de los que han corrido a la playa y los tiros de ametralladora, le han rebotado en la arena, a dos metros de su cabeza, cuando estaba tirado en el suelo. Esto me lo han contado Botella, Vila y Saturnino, que se habían escondido en una caseta de de consumos, junto a la playa, y desde allí lo han presenciado todo.

Vuelvo a entrar de “puesto”. Me parece que tendré una guardia “movidita”. Ante lo sucedido, han doblado los “puestos” de modo que haremos dobles horas de servicio. Han situado un puesto en lo alto de una atalaya de hierro que hay en el cuartel, desde donde se domina una mayor extensión y así poder advertir si se presentara de nuevo la aviación, por medio de un silbato.

Afortunadamente, no ha sucedido nada durante el resto del día ni de la noche.

El puesto en lo alto de la atalaya, se las trae. Menos mal que durante la noche, nos han permitido usar una manta a modo de capote pues, allí hace mucho frío y humedad.

13 de Julio 1937

13 de Julio 1937

Ya estamos de nuevo en el cuartel.

Tengo la impresión de que “la tortilla ha dado la vuelta”, ya que hoy, han llegado oficiales y sargentos, para empezar la instrucción. A nuestra batería ha venido un alférez con veces de capitán. Nos han dirigido unas palabras, bastante bien dichas. Posiblemente, llega de la Academia Militar.

Nos han extendido un carné con fotografía, para que podamos acreditar en qué cuartel estamos.

Por la mañana, no ha habido baño. Pero lo hacemos por la tarde. ¡Hay que aprovecharse!

12 de Julio de 1937

12 de Julio de 1937

He dormido hasta las diez. Luego paseo.

Por la tarde, al teatro con Quintanilla y Saturnino.

Me acuesto temprano. Mañana debo tomar el tren de las siete, para regresar a tiempo a Mataró.

11 de julio de 1937

11 de julio de 1937

Por la mañana, voy a pasear un rato, porque estoy convencido que pronto, recordaré estos momentos de libertad.

Por la tarde vuelvo al cine y por la noche, al teatro con los compañeros. Un día bien aprovechado.

10 de Julio de 1937

10 de Julio de 1937

Efectivamente, hay permiso, pero no lo darán hasta las dos de la tarde. Y por el horario de trenes, no llegaremos a Barcelona hasta las cuatro.

Ya tenemos el pase. A mí, también me corresponde. ¡Al tren!

¡Barcelona! Parece mentira que en tan pocos días de ausencia se tengan tantas ganas de volver.

Cuando llego a casa, sale a abrirme mi abuela. Apenas puede retener las lágrimas. Enseguida empiezo a explicarle cosas para distraerla. Está muy contenta, cuando le digo que vendré casi todas las semanas y acaba por tranquilizarse.

Me arreglo y me marco en busca de mis compañeros, a divertirnos un rato.

A la hora de cenar, veo a mi hermana, que está muy contenta con mi llegada.

Cenamos. Luego mi abuela acompaña a mi hermana al Teatro Liceo, donde ésta trabaja. Yo, me voy al cine, en el barrio.

9 de Julio de 1937

9 de Julio de 1937

Seguimos en el mismo “régimen”. Creo que esto dura demasiado.

Esta tarde, se han vuelto a llevar a los excedentes de cupo. Según dicen van destinados al cuartel Salvochea ¡Que tengan suerte!

Dicen que mañana, domingo, darán permiso a los que no tengan servicio. Y para el sábado, domingo y lunes. ¡Ojala sea cierto!

8 de Julio de 1937

8 de Julio de 1937

Esta mañana, han regresado los excedentes de cupo que, según ha dicho, están a la espera de destino.

Hoy, he escrito a casa, contándole lo bien que estamos. Así mi familia (Abuela y hermana), estarán tranquilas respecto a mí.

Como llevamos varios días de vida común, empezamos a conocernos todos los de la batería. Como suele suceder en agrupamientos importantes en número, los hombres tienden a formar células, y, así, cada cinco o seis de nosotros, formamos grupos a parte y combinamos nuestros planes. Nosotros, ya tenemos el nuestro formado y, a pesar de la indudable diferencia de caracteres, nos llevamos bastante bien. La proposición de alguno de nosotros es siempre respetada por los demás.

7 de Julio de 1937

7 de Julio de 1937

Hoy, al pasar lista, han separado a los que habían hecho constar que fueron excedentes de cupo, cuando les correspondió hacer el servicio militar, y que por ello, se libraron de hacerlo. A media mañana, les han formado y los han llevado a Barcelona. Afortunadamente, Botella, que también lo fue, no lo ha hecho constar al incorporarse ahora, y, así, puede seguir con nosotros.

6 de Julio de 1937

6 de Julio de 1937

Igual plan veraniego de ayer.

En los paseos por el pueblo, continuamos notando, aquellas malas miradas de estos días. En vez de soldados destinados al frente, parece que seamos ladrones que intentamos quitarles algo. Esto nos causa un efecto deprimente.

Según la prensa, nuestro embajador en la S. de N., Alvarez del Bayo, insiste en su advertencia sobre la intervención de alemanes e italianos en nuestra guerra civil, y el peligro que ello entraña, de llegar a “internacionalizar” el conflicto.

5 de Julio de 1937

5 de Julio de 1937

Diana a las seis y media. Almuerzo: café con leche, Abundante y bueno.

A las nueve, lista. Permiso hasta las doce. Vamos a la playa y nos bañamos.

Después de comer, siesta, hasta la hora de paseo. Paseo que aprovechamos para visitar el parque, que está muy bien cuidado.

Como después de cenar, tenemos permiso hasta las once, vamos a tomar café y a pasear un rato.

En la prensa que encontramos allí, hay unas fotos de Salamanca. En la puerta del Cuartel General, hay un nutrido grupo de militares y curas, saludando brazo en alto, al estilo fascista. Según dice, esta forma de saludo ha tomado categoría oficial, por haber sido decretado así.

También ha sido decretado restablecer la Marcha Real, como himno nacional (¿Dónde tienen al rey?) y, como himnos oficiales el “Cara al Sol” (falangista), el “Oriamendi” (carlista) y el himno de la Legión. Desde luego, por himnos, no quedará.

4 de Julio de 1937

4 de Julio de 1937

Una vez pasada lista y sin romper formación, nos han repartido medio chusco y un pedazo de carne asada, para desayunar en el tren.

Formados, no hemos trasladado a la Estación de Francia donde nos aguardaba en tren especial. No hemos salido hasta las once y llegado, efectivamente, a Mataró, a las doce.

El cuartel, está situado en frente mismo de la estación, que, a su vez está junto a la playa.

Nueva formación en el patio, y nuevo pase de lista, por si se había “perdido” alguno. No ha sido así, y estamos cuantos salimos de Barcelona. Luego, nos destinan batería. (El cuartel es de artillería)

Hemos procurado y conseguido, que nos destinarán juntos a todo el grup “Andreu” (La empresa donde trabajaba). Además, se nos ha unido Saturnino Lopez, amigo de Baró (otro Andreu, movilizado anteriormente), y ahora, también nuestro. En la batería, ocupamos camastros juntos. Colocamos lo poco que llevamos, en las arquillas respectivas. Más o menos, todos vamos vestidos igual: camisa sport, pantalones viejos y zapatillas de lona.

A la una, rancho. Dos platos, postre y vino. Y bien condimentado. Desde luego, muy diferente a como se comía cuando yo serví.

Por la tarde, nos entregan sábanas, manta, cabezal y toalla.

A las cuatro, paseo. Vamos a recorrer el pueblo. Hemos advertido que se nos mira con malos ojos. Los hombres, se diría que casi con odio. Quizás será aprensión nuestra.

A las ocho, cena. También muy buena. Después un nuevo paseo. Aprovecho para mandar un telegrama a casa. Tal como nos advirtieron en el cuartel, no indico donde estoy.

3 de Julio de 1937

3 de Julio de 1937

Después de pasar lista nos han pagado los días que llevamos movilizados, a razón de 10 Pts diarias. Es el sueldo de la tropa del ejército popular. El mismo que cobra hoy, cualquier actor o cantante. Por ejemplo, el del gran tenor de ópera Hipólito Lázaro, que actúa en el teatro del Liceo.

Nos advierten que mañana a las seis, nos presentemos, para trasladarnos a un cuartel en la población de Mataró. No creemos que nos envíen allí y, por si acaso, decidimos ponernos ropa y calzado viejo.

La prensa da cuenta que desde que dimitió Largo Caballero, y  Negrín se hizo cargo de la Jefatura del Gobierno republicano, parece que en los organismos Internacionales, se nos mira con mejores ojos. Y ello, muy posiblemente a la decisión tomada por Negrín de prescindir de la colaboración en el gobierno de ministros procedentes de los sindicatos socialistas y anarquistas.

En cambio, en la S.N. (Sociedad de Naciones), no resuelven nada respecto a la intervención, en nuestra guerra civil, de alemanes e italianos. Y eso que, después del criminal bombardeo de Almería, por el acorazado “Deutschland”, ya no puede caberles duda de la ingerencia de estos. Aunque para justificar su agresión, ambos países se habían retirado del “Comité de no intervención”, el día antes del bombardeo.

2 de Julio de 1937

2 de Julio de 1937

A las nueve de la mañana, han empezado a pasar lista. Es tan extensa que no han terminado hasta la una. Luego, hemos ido, a pie hasta el cuartel de Lenin. Antiguo cuartel de caballería, emplazado en la calle Tarragona. Y está vacío de tropa, como casi todos en Barcelona, desde que, dominado el Alzamiento, fueron licenciados los soldados.

A las dos de la tarde, nos han dado dos horas de permiso, para ir a casa a comer.

Presentados a las cuatro, hemos pasado la tarde sin hacer nada y a la espera de ordenes.

La prensa, publica la noticia (copiada de la francesa) en la que informa que todo el colegio episcopal de la zona “nacional”, ha enviado una carta colectiva, encabezadas las firmas por el Cardenal Primado, Dr. Gomà, y dirigida a los obispos de todo el mundo, explicándoles el sentido católico y patriótico del Alzamiento.

A las ocho de la tarde, y gracias a que hemos protestado colectivamente, nos han permitido ir a cenar y a dormir a casa.

1 de Julio de 1937

Después de pasar lista, nos han citado para mañana a las nueve. Parece que nos van a destinar cuartel.

A pesar de la nebulosa de noticias de la empresa, se rumorea que Bilbao ha caído en poder de los “nacionales”. De ser cierto, sería un tropiezo grave ya que se confiaba en que el cinturón de acero con el que se habían fortificado las montañas que lo rodeaban, resultaría inexpugnable. Además, caído Bilbao, el enemigo, en el Norte, dirigirá sus ataques contra Santander y Gijón, únicas capitales importantes que quedan leales a la república en la aislada zona del norte.

También se sabe que a Hedilla, Jefe de la junta política, y nueve falangistas más han sido sometidos a un consejo de guerra por los militares “nacionales”.

30 de Junio de 1937


AÑO 1937
30 de Junio.-

Cumpliendo con la llamada a filas de nuestra quinta (1933) nos hemos presentado en la Caja de Reclutamiento, siendo alistados. Nos han ordenado presentarnos mañana a las 3 de la tarde.

De la empresa donde trabajo, somos cinco los movilizados: Botella, Pascual, Quintanilla, Vila y yo.

Con Botella fuimos juntos al colegio durante seis años. Luego, después de seis años de separación, coincidimos en la empresa. De modo que nuestra amistad, es de “toda la vida”. Con Quintanilla, a parte de la relación del trabajo, hemos hecho juntos el servicio militar –bastante accidentado, por cierto- y nuestros familiares se relacionan bastante también, desde hace años.
El trato con Vila, además del trabajo, es más bien del tipo “divertimento frívolo”, campo este, en el que es bastante diestro debido a su “cara”.

A Pascual, le tengo poco tratado, pues pertenece a una sección algo aislada del resto de instalaciones de la Empresa.

18 de Julio de 1936

Diario de mi guerra civil (mi libro)
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Según escribió un  clásico, para que la vida de una persona no sea estéril, es preciso: que tenga un hijo, que plante un árbol o escriba un libro.

Dios me ha dado hijos y nietos, y he plantado bastantes árboles. Con “Mi Guerra Civil”, cumplo el tercero de los requisitos.
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Cuando me decidí a pasar en limpio este DIARIO, se me ocurrió la idea de seleccionar los episodios más salientes contenidos en él y convertirlos en unas MEMORIAS.

Estoy convencido que esto, hubiera dado mayor amenidad y ritmo al relato, al suprimir las inevitables reiteraciones que comporta un DIARIO.

Pero también creo que al respetar su contenido, éste conserva un valor indudable; el que le da la anotación con la espontánea impresión emocional del momento
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La libertad no se gana en los campos de batalla sino en el corazón de los hombres.
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Los que presenciamos los actos de heroísmo y los de crueldad de aquellos años, -posiblemente los más duros de nuestra Historia Contemporánea-, no albergamos en nuestro recuerdo, ningún rescoldo de pasión, si no nostalgias y amarguras lejanas; sin embargo no podemos desprendernos de aquella lejana lección.

Los otros, los que llegaron después, se asoman al acontecimiento histórico, unas veces con curiosidad, otras, quizás por pasajero interés social o político. Muchos de ellos, aburridos por el sentimiento “mítico” con que los maduros, contamos nuestras experiencias, y, algunos, reacios al recuerdo y desdeñosos a la lección.
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El 16 de Febrero de 1936,  se celebraron elecciones generales en la república española. Las ganó el Frente Popular (coalición de todos los partidos de izquierda), similar al que gobernaba en Francia en aquellos momentos.

Aunque mejor podría decirse que las perdieron las derechas, ya que, durante su mandato anterior inmediato, en vez de gobernar con equidad y así captarse adictos para las siguientes elecciones, se aprovechó del poder para llevar a cabo una política caciquista y de ajuste de cuentas (despido: de obreros izquierdistas, de medieros “indóciles”, delegados sindicales de empresas, y pagando jornales míseros a la gente del campo, etc.).

Como las derechas no se consideraban culpables de su propio fracaso, a partir del siguiente día de su derrota, empezó a intrigar para “cargarse” a la República, contactando con militares (heridos en su vanidad al considerarse postergados por esta), con falangistas,  (nuevo partido nacional sindicalista de corte fascista) y con los carlistas (eternos descontentos).

Y, así, el 18 de Julio del mismo año, producía una sublevación militar, denominada Alzamiento Nacional, encabezada por los generales Franco, Goded, Cabanillas, Queipo de Llano,  Fanjul, Mola y Saliquet. Todos ellos, habían “renovado” su juramento de fidelidad a la República, poco tiempo antes.

Este Alzamiento, se erigía en defensor del orden y contra las provocaciones del Gobierno del Frente Popular, llevadas a cabo desde su subida al poder, cinco meses antes. Pero esta “justificación”, caía por su propio peso, ya que tanto las intrigas de los cuartos de banderas de los cuarteles (yo, había oído algunas cuando hice el servicio militar en 1934), así como las actividades de Falange, está plenamente demostrado, se iniciaron ya, poco después del advenimiento de la república el 14 de Abril de 1931. En cuanto a los Carlistas, hacía ya varios años que, en Navarra, se preparaba un alzamiento contra la república; contra “aquello”, (como decían algunas de sus “figuras” más prominentes). Concretamente, desde el mismo año 1931, grupos de requetés se preparaban militarmente, adiestrados por el Tte Corononel Alejandro Utrilla. Las sierras navarras, los montes circundantes a Pamplona, vieron el adiestramiento de estos cuadros, excelentemente preparados que, con pretexto de excursiones domingueras, hacían ejercicios de tiro, marchas, etc., a dos pasos de la capital de la provincia.

La suerte del Alzamiento, fue varia. Casi toda la aviación, y las terceras partes de la marina, se mantuvieron leales al Gobierno, gracias a la intervención “a tiempo”, de los suboficiales, cabos y tropa, que desarmaron y apresaron a sus Jefes y Oficiales.

En cuanto al ejército de tierra, el Alzamiento lo inició en Melilla y el 18 y 19, se propagó a la península.

Del resultado del mismo en las diversas provincias da cuenta el mapa adjunto.



Los partidos políticos y sindicatos, una vez dominado el levantamiento, iniciaron inmediatamente la organización de sus Milicias voluntarias para enviarlas al encuentro de los sublevados. A las primeras columnas se unieron los restos de algunas unidades militares, disueltas cuando fueron tomados los cuarteles de la zona republicana.

Estas Milicias, tenían una disciplina “sui géneris” basada en la igualdad: misma paga, mismo rancho, misma ropa y sin distinciones ni saludos reglamentarios. Pero después de un mes de lucha, los militares profesionales de la zona republicana y los políticos más “formados”, comprendieron que era necesario crear un ejército de verdad, con Mando y disciplina, si se quería mantener una guerra civil, que se iba prolongando.

La resistencia miliciana a la militarización, particularmente por parte anarquista (la comunista fue, prácticamente, la que la sugirió y adaptó), fue el mayor obstáculo para la formación de un verdadero ejército.

Pero en Septiembre de 1936, el presidente Largo Caballero dio el gran paso para la formación de unas auténticas fuerzas armadas. Después de varias reuniones con los dirigentes anarquistas, estos aceptaron la militarización a cambio de conservar la graduación de mando que tenían en las milicias.

Largo Caballero aceptó y el 26 de Septiembre decretó: “que fueran incorporadas al ejército y confirmándoles el grado de mando en las Milicias, a los Jefes, Oficiales y Clases de estas”. Y aun así, solo en el Centro se aceptó enseguida la formación de un Ejército Popular Regular. Y eso, porque allí había mayoría socialista-comunista.

Todavía en el mes de Octubre, los anarquista constituyeron el “Consejo de Defensa de Aragón”, que instalaron en Caspe y que no estaba controlado por el Ejército, si no por las Milicias Anarquistas que, desde los primeros días, cubrían casi todo el frente de Aragón.

Pero la organización del Ejército Popular, siguió adelante y en Febrero de 1937, el Gobierno movilizó a las quintas de 1936, 1935, 1934, 1933 y 1932, a cada una de las cuales fijó a un plazo de presentación. La mía, (1933,) lo hizo el 30 de Junio de ese año.

A todo esto, en una y otra zona, llegaban refuerzos extranjeros, si bien de muy distinta importancia y calidad.

El 5 de Agosto de 1936 (sólo 18 días después del Alzamiento) llegaban a la zona “nacional”: Aviación, tanques, artillería, antiaéreos y contingentes humanos armados y entrenados en Alemania. (Legión Condor). Los italianos, no esperaron tanto. El día 30 de Julio, ya iniciaban su ayuda aérea (Savoyas) y, poco más tarde, enviaban Legiones con hombres y material anexo (artillería, tanques, morteros, etc.)

La zona republicana, solo recibió ayuda de Rusia que envió aviación (especialmente de caza: ratas, chatos, etc.) y fusiles, aunque estos, de modelos anticuados. Centros de reclutamiento establecidos especialmente en Francia,  proporcionaron contingentes de voluntarios extranjeros, con los que se crearon las brigadas internacionales.

Durante este año de guerra civil, en ambas zonas, se producen grandes discrepancias internas.

En la zona “nacional” producidas entre militares, falangistas y carlistas. Distintos gritos (Viva España!, Arriba España!, Viva Cristo Rey!); distintas banderas y diferentes programas. Pero al fin se impuso la fuerza dictatorial militar de Franco que apresó a diversos Jefes Falangistas (Hedilla, etc.) y expulsó del país a varios “cabezas” carlistas (Fal conde, etc ) nombrándose jefe de todo y de todos.

En la zona republicana, la tirantez entre anarquistas y comunistas-socialistas, se inició apenas dominado el Alzamiento. Pero ello culminó en un sangriento enfrentamiento en las calles de Barcelona en Mayo de 1937. Choque que duró tres días y para dominar el cual, fue preciso que el Gobierno de la Generalidad, después de varios intentos por lograr la concordia, solicitara ayuda al Gobierno de la República, que envió tropas que impusieron el orden. Pero ya los hospitales rebosaban de heridos y muertos.

Recuerdo, perfectamente que al tercer día de luchas callejeras, el Presidente Companys, se dirigió a los contendientes por Radio Barcelona. Nunca olvidaré su temblorosa voz y sus estremecedoras palabras: ¡Germans, prou foc!  ¡Germans, prou morts!  ¡Germans prou sang!

¡Así estaba la situación el día de mi incorporación!

La situación de los frentes, en aquel momento, era la que se indica en el mapa adjunto.