10 de Julio de 1937
Efectivamente, hay permiso, pero no lo darán hasta las dos de la tarde. Y por el horario de trenes, no llegaremos a Barcelona hasta las cuatro.
Ya tenemos el pase. A mí, también me corresponde. ¡Al tren!
¡Barcelona! Parece mentira que en tan pocos días de ausencia se tengan tantas ganas de volver.
Cuando llego a casa, sale a abrirme mi abuela. Apenas puede retener las lágrimas. Enseguida empiezo a explicarle cosas para distraerla. Está muy contenta, cuando le digo que vendré casi todas las semanas y acaba por tranquilizarse.
Me arreglo y me marco en busca de mis compañeros, a divertirnos un rato.
A la hora de cenar, veo a mi hermana, que está muy contenta con mi llegada.
Cenamos. Luego mi abuela acompaña a mi hermana al Teatro Liceo, donde ésta trabaja. Yo, me voy al cine, en el barrio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Dispenseu si triguem en contestar
Disculpadnos si tardamos en contestar
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.