15 de Agosto de 1937

15 de Agosto de 1937

A las cuatro, se despierta Quintanilla, a quien relevo, y él se va a dormir.

Al terminar la guardia y después del café del desayuno, nos vamos con Quintanilla, carretera adelante, en busca de un lugar tranquilo y, a la sombra. Y, a ser posible, ¡Sin moscas! Efectivamente, detrás de una casa de Salud, que ya conocíamos de las marchas, hallamos el rincón ideal. Está a la sombra una acacia y lleno de paja por el suelo. Nos tumbamos y ponemos a leer, pero el sueño, acaba venciéndonos.

Cuando despertamos, son las once y media. Debemos apresurarnos para llegar a tiempo de formar para comer.

Saturnino non ha venido con nosotros, porque está de guardia. Como él fue corneta cuando hizo el servicio militar, ahora, le han nombrado corneta del batallón. Y, como sólo son dos, le toca guardia muy a menudo. Por la tarde, como no hay toques de corneta hasta las siete, se reúne con nosotros y vamos a refrescarnos a una especie de “Bañera Romana”, que hemos descubierto en nuestros paseos. Como el suelo está cubierto de hierba, vamos descalzos y en taparrabos. Con lo morenos que estamos, parecemos senegaleses. Cuando nos contemplamos tan “gitanos”, pensamos en lo que dirían nuestros amigos, si nos vieran, cuando vamos así o cuando nos estamos lavando la ropa.

Regresamos; Saturnino, a su corneta, y nosotros, a cenar y dormir.

Las relaciones con nuestros mandos, siguen “congeladas”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Dispenseu si triguem en contestar
Disculpadnos si tardamos en contestar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.