29 de Agosto 1937

29 de Agosto 1937.

Primer domingo que pasamos aquí. Binéfar, lo considerábamos aburrido, pero lo que es aquí…!Qué lejanos parecen aquellos domingos antes de la guerra, en que íbamos a la playa por la mañana, al fútbol, por la tarde y de noche, al cine. Este plan, que entonces nos parecía lo más natural, ahora lo vemos como algo imposible de volver.

Sigue el cañoneo, pero aún más intenso que ayer.

Después de almorzar, hemos tenido una charla sobre guerras. Primero, sobre algunos episodios de la mundial de 1914-1919, en la que se exponen diversos puntos de vista. Luego, comentarios sobre política y formas de gobierno en España, cuando termine la guerra civil –que, no dudamos, ganará la república-. También hay disparidad de criterios. Y, al fin, la charla deriva hacia pasados tiempos, que llegan, incluso, a nuestra edad escolar.

El toque de corneta, llamando a la segunda compañía –que está a nuestro lado-, nos vuelve a la realidad.

El cañoneo y bombardeo que se oye, tras las lomas. No ha cesado un momento. Aquel sector, debe ser un verdadero infierno. Dice que es, por la parte de Belchite.

Para distraernos, hacemos un dominó de cartón y jugamos como si fueran cartas. A la mitad de la primera partida, tenemos que tirarnos a las zanjas, por que la aviación enemiga vuela sobre el campamento; afortunadamente, va de paso. Volvemos a la partida. Y, al poco, oímos el bombardeo que es bastante cerca. Regresan…a las zanjas otra vez.

Hacia el sector de Belchite, bombardeo intensísimo. El Capitán nos dice que, salvo unos claros, hemos ocupado los campos que rodean al pueblo, de modo que sus defensores, están cercanos. Se les ha dado unas horas de plazo, para que se rindan y como no lo han hecho, esto motiva el bombardeo que hemos oído.

Después de cenar, la acostumbrada tertulia. En ella, se ha “destapado” el teniente Saura que habla un español pronunciando las erres guturales –como los franceses- y que luce una gran pistola ametralladora. Ha empezado a contar varios atracos cometidos en Barcelona, tiempo atrás y en los que él intervino; según dice para reunir fondos para los gastos de la F.A.I (Federación Anarquista Ibérica), cuando estaba en la clandestinidad. Desde luego los nombres de las Empresas atracadas y los datos que da, parecen verídicos. ¡Quién lo hubiera dicho! Por su aspecto, más bien parece un Hermano Marista, pues es alto, enjuto, pelo rapado y lleva unas lentes con montura negra.